Y ME VOY
Estoy, soy y me voy,
así es la vida para mí,
pasear mi ser de fuego
entre las embrujadas multitudes,
libre del tabú sexual,
del tabú militar,
del tabú sacramental,
que nos esclaviza la vida.
así es la vida para mí,
pasear mi ser de fuego
entre las embrujadas multitudes,
libre del tabú sexual,
del tabú militar,
del tabú sacramental,
que nos esclaviza la vida.
Yo estoy, soy y me voy,
como luz infinita
que se apaga en tu boca.
Me descuelgo,
cuando la tarde lo precisa
y sobre la rapada cabeza de la noche
exhalo mi sonido.
Desciendo de vez en cuando
y me siento en el dintel de los pueblos,
compartiendo su plato de estrellas,
sus gestos,
y sus luciérnagas,
que enredadas por la noche
madrugan en tu pelo.
Pero soy y me voy,
con un puñado de sombras,
vagando por el monte
puliendo con mis manos
la piedra feraz,
para que en la última hora
te aferres a mi mano.
a mi impúdica caricia.
a mi lamento,
a mi noche sin luna,
a mi cuello,
y me voy
tan simple como llama,
tan espeso como humo en lontananza,
dejando una esperanza de regreso.
Y me voy,
sin nudos de alegrías,
sin temores de sosiego,
sin tristeza,
me voy tan simple,
y tú te quedas.,
en el algodón de tu cuerpo,
en tu mesa.
junto a la ventana,
en tu puerta,
mascando la carne dura
del comienzo,
soñando con el calor
de un día...
//OSCAR ESPINOZA VALENZUELA //